15 de enero de 2014 | por Verónica Cabezudo
Impresoras 3D ¿2014 será su año?

Impresoras 3D ¿2014 será su año?

Para este año hay varios focos tecnológicos claros donde están puestos todos los ojos. Las impresoras 3D son uno de esos terrenos. Los pronósticos apuntan a que este 2014 será el año de triunfo. Pero ¿Realmente estamos ante un negocio tan próspero? ¿Quieren los usuarios este tipo de dispositivos?

En 2013, la facturación de la industria de fabricantes de impresoras 3D alcanzó los 412 millones de dólares, un 43% más que en 2012, según Gartner. Para 2014, la consultora espera un crecimiento del 75% llegando a los 669 millones de dólares, de los cuales 133 millones de dólares corresponderán al mercado de usuario final.

El fin de las patentes claves para la impresión láser en 3D podría ser una de las principales razones para esta expansión durante este año. Así lo comenta Emilio Fernández, director de marketing de 20:20 Mobile:

“Es probable que con la expiración de las barreras de propiedad intelectual a las impresoras 3D estereolitográficas los precios bajen y se popularice este tipo de dispositivos. Las impresoras FDM (extrusión) costaban hace cinco años unos 14.000 dólares y ahora están disponibles por menos de 300 dólares”.

Además, se espera que diferentes industrias puedan beneficiarse de las impresoras 3D. Proyectos en medicina, transporte o moda pueden ser la clave para el repunte de este negocio. Quizás por ello, fabricantes como HP o Motorola han querido comenzar a probar con esta tecnología y su alcance.

De hecho, si miramos más lejos, el futuro parece aún mejor para esta tendencia. El mercado de la impresión 3D moverá 8.400 millones de dólares en 2020, según las previsiones de la consultora MarketandMarkets.

¿Demasiado optimismo?

Cuando una tendencia comienza a repuntar, es lógico que el afán de querer vender más o instaurar esa tecnología en el mercado nos lleve a pensar en grandes cifras de ventas. Sin embargo, hay que ser cautelosos con este optimismo inicial y evitar que nos lleve a reunir un stock que luego nunca venderemos.

Si bien es cierto que tienen un enorme potencial en algunas industrias donde fabricar prototipos es mucho más caro que realizar impresiones tridimensionales, quizás su uso se limite a eso. ¿Realmente son tan útiles las impresoras 3D en un hogar? ¿Para qué necesita un usuario de a pie este dispositivo? Respondiendo a esas preguntas, quizás veamos un sino menos bueno.

Además, los precios todavía son la principal barrera de entrada para las impresoras 3D. Aunque en el CES ya nos presentaron un lápiz capaz de imprimir en 3D por 99 dólares, todavía hay pocos modelos en el mercado y con unos precios que se escapan de muchos bolsillos. Esto unido a la escasa utilidad en el consumidor final nos hacen tomar estas cifras con cautela.

 

 

 

 

 

Los principios básicos de la ingeniería ecológica, fueron propuestos por primera vez por Howard T. Odum en su libro Environment, Power and Society* hace más de treinta y cinco años. La idea fundamental es que además de utilizar la naturaleza como modelo para los sistemas diseñados por los humanos, podemos utilizar ecologías completas para realizar tareas útiles. Las tecnologías vivas se diferencian de las tecnologías muertas en que las partes más importantes que realizan el trabajo están vivas. Es posible conectar diferentes ecologías entre ellas para manejar muchas aportaciones diferentes, autogestionar una multitud de funciones internas de ciclo cerrado y producir una variedad de productos.

Howard Odum afirmó que:
Cita
“El inventario de las especies terrestres es una inemsa caja de piezas disponibles para el ingeniero ecológico. Una especie que evolucionó para cumplir un determinado papel podría usarse para un propósito diferente en una red de distinto tipo, con tal de que se satisfagan sus flujos de mantenimiento.” – Howard T. Odum

 

 


UNE-Ingenieria Civil, modelo pared con botellas recicladas.(materia:Educación Ambiental)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ingeniería y Sostenibilidad

Los profesionales de la ingeniería en cualquiera de sus especialidades

usan la tecnología a su alcance para transformar, controlar o crear sistemas físicos

para su bienestar, esta acción produce cambios en el ambiente, entendiendo en su

concepción más amplia, que el ambiente incluye tanto componentes naturales como

socioculturales y además del espacio natural el espacio modificado por el hombre.

Según señala Clive Hamilton (2006), estos cambios pueden ser positivos, pero en la

mayoría de los casos pueden traer perturbaciones al ambiente y el ingeniero, como

agente transformador debe conocer sus implicaciones.

Uno de los aspectos claves a tomar en cuenta por los ingenieros, es lo

referente al consumo energético. En la fabricación de cualquier producto se consume

energía no sólo en las diferentes fases de elaboración, sino también en la extracción y

preparación de las materias primas, en la construcción de maquinaría e instalaciones,

etc. El conocimiento del consumo de energía a lo largo del proceso sentará las bases

para la introducción de mejoras tecnológicas y de eficiencia energética que reduzcan

las cifras iniciales.

Los ingenieros deberían asumir mayor responsabilidad en la

formación del futuro sostenible. Deberían crear y aplicar la tecnología para minimizar

los residuos, reducir la contaminación, proteger la salud humana, el bienestar social y

el medio ambiente.

 Principios de sostenibilidad, actuar a través de la actividad complementaria

de los tres enfoques característicos de la gestión ambiental:

• Preventivo: a través de los instrumentos disponibles, educación, evaluación

ambiental estratégica, evaluación del impacto ambiental, ordenación territorial,

etc.

•Corrector: a través de sistemas que permitan mejorar el comportamiento de los

procesos productivos y de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida.

•Paliativo: orientado a recuperar lo ya degradado.

Todos estos principios enunciados deben ser aplicados bajo otros dos, más

amplios, que encierran a los demás y que constituyen el frontispicio de toda acción de los ingenieros:

•Ética: tanto en el plano económico como el ambiental y social.

• Estética: ésta cualidad es algo sustancial en cualquier actuación de la ingeniería.

La dimensión ambiental de la sostenibilidad es, tal vez, la parte más compleja

en el mundo de la ingeniería y la que le compete de una forma directa, por lo que,

en términos prácticos, para los ingenieros,  sostenibilidad debe significar incorporar

sensibilidad, conocimientos, y compromiso ambiental, lo antes posible, a los procesos

de toma de decisiones.

Construyendo con la naturaleza.

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